- Ciclo
- Arqueología preventiva
- Artista
- Lola Lasurt
- Fechas
- —
- Comisariado
- Oriol Fontdevila
Los procesos conmemorativos están atravesados por una tensión ineludible. Por un lado, con el término "conmemoración" se apela a la actitud que tenemos hacia aquello que se ha establecido como importante y solemne. Por el otro, la conmemoración se refiere también a la acción de recordar juntos, en comunidad, de "con-memorar". La primera acepción indica un funcionamiento jerárquico de la memoria y tiende a su institucionalización. La segunda se refiere, en cambio, a la horizontalidad con la que también circula el recuerdo colectivo y que lo mantiene conectado con la heterogeneidad social. Conmemorar se prefigura, pues, como una acción controvertida, como un espacio donde entran en negociación una pulsión por controlar los relatos de la memoria colectiva y otra pulsión persistente hacia su diseminación entre las diferencias sociales.
Doble autorización surge del cruce de dos historias. Una hace referencia a los traslados y la duplicación que ha sufrido un monumento dedicado a Francesc Ferrer i Guàrdia; la otra, al cambio de nombre de una plaza de Mont-roig del Camp, de Generalísimo Franco a Joan Miró. Posiblemente, los monumentos y las plazas son los dos medios que la cultura occidental ha destinado a la conmemoración por antonomasia. En este caso, sin embargo, Lola Lasurt los considera desde su inestabilidad y los enfoca en momentos de tránsito. Se deja ver, así, cómo del cruce entre el impulso para oficializar memorias y el impulso de memorias emergentes pueden surgir formaciones conmemorativas impredecibles, a la vez que polémicas por sus implicaciones estéticas, políticas y sociales.