Según Pere Llobera, con 1 posesión Drift, Marria Pratts nos remite a la atmósfera de rabia que se vivió a finales de los años setenta y principios de los ochenta. Para Llobera, fue una época que demostró ser dura y en la que una nueva forma de hacer las cosas irrumpió en la cultura. Como los jóvenes de aquella época, Pratts también pertenece a una generación límite que se expresa con contundencia y radicalidad.
En Espai 13, la artista irá más allá de su trabajo en formato pictórico para descubrir nuevas posibilidades de su práctica mediante una instalación a modo de archivo de residuos, obsesiones y objetos autorreferenciales de su proyecto artístico. El resultado adoptará la forma de instalación artística que ocupará todos los espacios de la exposición.