- Ciclo
- Ciclo: Erase una vez...
- Artista
- Laurent Pernot
- Fechas
- —
- Comisariado
- Marie-Thérèse Champesme i Pascale Pronnier
El universo de Laurent Pernot ( Francia, 1980) está poblado de presencias intermitentes, de cuerpos que no podemos percibir ya que son sólo partículas de luz. La proyección (vídeo o diapositivas) los vuelve visibles y nos convierte entonces en testigos fascinados de su aparición. Pero apenas notamos el efecto de su presencia, desaparecen de nuevo para regresar a la oscuridad. En ocasiones, ceden su lugar a otros cuerpos, que, a su vez, reclaman nuestra atención y luego desaparecen. Como dice Laurent Pernot, “parpadean entre la vida y la muerte”.
En Partículas (2004), unas perlas de cristal captan la luz; en su centelleo, ofrecen al espectador la silueta de un cuerpo humano en constante metamorfosis.
Gracias a las imágenes luminosas que se proyectan sobre él, el vestido de novia de For ever (2004) parece cobrar vida: un cuerpo viene a habitarlo, sustituido pronto por otro. ¿Nos encontramos transportados al mundo feérico de La bella durmiente del bosque o al drama de una nueva Eurídice, muerta justo después de su boda? Esas imágenes surgen y se desvanecen como las de los sueños, visiones o recuerdos. Para Laurent Pernot, “la ropa es una presa fácil para la memoria, pantallas de proyecciones de los recuerdos, telas que recubren los fantasmas del pasado”.
Junto al vestido, pequeñas pantallas colgantes muestran unos rostros. Cada uno de ellos es el resultado de la sobreimpresión digital de fotografías encontradas en álbumes familiares. A continuación, se utiliza una técnica de animación en 3D para darles movimiento. Así pues, nos encontramos frente a los rostros de personas que no existen, como si la memoria, al superponer las imágenes, hubiera creado nuevas identidades.
En Confusión (2004), donde múltiples rostros sustituyen al del personaje, Laurent Pernot prosigue esta reflexión. “¿Acaso no soy sino la suma de los personajes que los demás han proyectado en mí? La pregunta de la identidad afecta a todos los individuos a lo largo de su existencia, confusa muchas veces debido a las máscaras que hay que adoptar para integrarse en la sociedad. Somos al mismo tiempo un hombre y todos los hombres.”
El vídeo es un medio perfectamente adaptado para esta meditación dulce y melancólica sobre lo visible y lo efímero. Pero en las fotografías de Laurent Pernot encontramos la misma sensación de evanescencia: en ellas las siluetas de los personajes se funden en el paisaje, en los reflejos y destellos de luz. La mayoría de fotografías proyectadas en la exposición se realizaron para un proyecto de libro que asociaba imágenes y poemas: Territoires de l'imaginaire . “Hojear este libro”, dice Laurent Pernot, “es como transitar entre sueños, buenos o malos; un recorrido solitario por el interior de un mundo poético en el que las imágenes acercan a un tiempo lo imaginario a lo maravilloso, lo poético a lo absurdo, lo vegetal a lo orgánico, la ficción a la fantasía, el cuerpo a lo espiritual, la acción a lo intemporal, con todas las combinaciones posibles. Un espacio en las fronteras de lo real, pero que, inevitablemente, se refiere a él.”
