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- Teresa Montaner
La obra gráfica despertó un gran interés en Joan Miró, sobre todo a partir de los años cuarenta. Esta disciplina le ofrece nuevas posibilidades técnicas y plásticas, y al tiempo le permite librarse de su responsabilidad individual como artista para comprometerse en una actividad colectiva en la que participan diferentes artesanos. Joan Miró. Galería de antirretratos pretende poner de relieve la destreza y la libertad expresivas del artista como grabador, capaz de lograr, por medio del aguafuerte, el aguatinta o el carborundo, efectos matéricos y gestuales próximos a los de la pintura.
Las quince obras seleccionadas muestran una serie de personajes con atributos humanos, primitivos, fabulosos, que nos remiten a una cultura ancestral y que aparecen en el centro de las composiciones rodeados de signos astrales. Con estas representaciones Joan Miró logra abolir la noción tradicional de retrato como mímesis.
