Entre 2011 y 2012, Mireia Sallarès viajó dos veces a Caracas para investigar cómo las personas de una zona geográfica determinada se relacionaban con la "verdad" y la definían. Utilizando la entrevista -un formato recurrente en su práctica-, el objetivo de Sallarès era descubrir los relatos y las perspectivas de un grupo dispar de habitantes de la capital venezolana.
La exposición que presenta Mireia Sallarès en el Espai 13 de la Fundació Joan Miró, es la documentación de dicho proyecto mediante proyecciones, textos, fotografías y grabaciones de audio.
Para Sallarès, exponer el proceso de trabajo es tan importante como compartir los resultados de la investigación. La artista considera que pasar de la creación a la exposición es un acto de traducción, una metáfora que se adecua especialmente al doble carácter de su trabajo.
