A partir de la década de 1930, Miró se interesó por el grabado, donde encontró un extraordinario campo de experimentación. Distintas técnicas, como el buril, la punta seca, el aguafuerte o la aguatinta, se convirtieron en aliados de su creatividad. A partir de aquel momento, el grabado y la pintura se influirán recíprocamente en su obra.
En esta actividad nos acercaremos al mundo de grabado a partir de la exploración táctil de algunas planchas de cobre originales y pruebas de estampación que se conservan en la Fundació.
Actividad concebida por Mònica Surís
Tipología
Visita comentada para personas con discapacidad visual
Duración
2 h
Lugar
Salas de exposición
Fechas
Según solicitud previa
Ratio
Máximo 20 personas
Precio
Tarifa mínima Apropa: 15 € por grupo
Tarifa reducida Apropa: 40 € por grupo
Material de apoyo
Planchas y pruebas de estampación originales
Reservas
Con reserva previa a través de www.apropacultura.cat