Gira todo gira es un ciclo de cuatro exposiciones y un proyecto educativo centrado en torno a una serie de procesos y protocolos que nos permiten entender, relacionarnos y experimentar con nuestro entorno inmediato. Un programa que juega con lenguajes y significados y que pretende estimular una mirada crítica que nos lleve a dudar de los códigos que condicionan nuestra percepción.
Los artistas que integran el ciclo comparten la voluntad de romper automatismos. Por ello construyen sus propuestas aplicando sutiles variaciones en lo reconocible y familiar, lo que provoca una desestabilización del conjunto.
Laia Estruch entiende la voz como una extensión del cuerpo capaz de sintetizar cuestiones relativas al lenguaje, el género y las estructuras sociales. En Crol esta síntesis se da en la piscina: un escenario inestable que se transforma en laboratorio de experimentación sonora.
La propuesta de Beatriz Olabarrieta se aproxima a la idea de traducción entendida como juego y acción, pero también como espacio en el que se manifiesta una voluntad de transferencia.
Julia Spínola invita a revisar ciertas presuposiciones sobre la percepción. Situadas a medio camino entre el hecho de hacerse y el hecho de deshacerse, sus piezas exponen un conflicto con la idea de permanencia y la condición de objeto clausurado.
Lorea Alfaro y Jon Otamendi parten en 2020 de dos paradigmas perceptivos diferenciados para investigar formas de comunicación que funcionan sin objeto y estrategias de persuasión que se diseminan sin un motivo aparente.